MASTERS OF ROCK 2025 CHILE DAY 1: CULTO ABSOLUTO
Sorpresa generó la programación de una fecha que parecía impensada para un festival de esta magnitud: miércoles 23 de abril, el regreso simultáneo de Judas Priest y Opeth en suelo chileno. Ambas bandas, verdaderos emblemas del metal con raíces ya profundamente sembradas en el público local, encendieron el cartel con una mezcla de legado e intensidad. Pero el verdadero golpe de efecto vino con la inclusión de los legendarios Savatage y la celebración de los 40 años de Pentagram, una fiesta metálica que prometía dejar huella desde el primer acorde.
Pentagram, comandados por el multifacético Georg Anton Reisenegger von Oepen, abrió la jornada con un set breve pero certero, ideal como entrada para un banquete infernal. En apenas 30 minutos, el grupo desató un arsenal de densos y precisos riffs que atraparon al público desde temprano. JP Donoso, tras los tambores, impuso el carácter oscuro y ritualístico de su estilo, marcando la pauta desde un comienzo con una mezcla de estilos en vivo que recuerdan el noise, black y death todos con el mismo protagonismo.
Miguel Toro, a cargo de la mesa, niveló como mejor sabe hacer conjuros sónicos extraídos desde “Eternal Life of Madness” o la inmortal ‘Demoniac Possession’. Momentos perfectos, no solo por su despliegue técnico, sino por lo simbólico: familias enteras reunidas traspasando la pasión por el metal clásico a nuevas generaciones. Así se vivió un viaje profundo por la historia viva del metal chileno, en una jornada donde lo clásico, lo extremo y lo sorpresivo convergieron en perfecta armonía.










A estas alturas de su carrera, Opeth ostenta un estatus reservado solo para los Maestros del Rock. La agrupación liderada por Mikael Åkerfeldt ha perfeccionado una fórmula sonora que mezcla la claridad matemática del progresivo europeo con el pulso emocional del rock clásico. En su reciente paso por Chile, la banda logró una vez más captar la atención total de un público rendido ante su virtuosismo y carisma escénico.
Con una formación sólida —donde destacaron los ya entrañables apodos chilenos como el “Capitán Peluca” o “DiCaprio” para algunos de sus miembros—, la banda ofreció un viaje sonoro cuidadosamente articulado. Desde la intensidad envolvente de ‘Deliverance’ hasta la belleza melancólica de ‘In My Time of Need’, pasando por la potente ‘Sorceress’ y una selección de temas con guturales de épocas más extremas, el repertorio apeló tanto a nuevos oyentes como a fanáticos de toda la vida.
Mikael Åkerfeldt, declarado fan de la banda chilena Pentagram, hizo gala de su característico humor escandinavo al relatar una anécdota de juventud: el momento en que conoció a Judas Priest durante la gira entre “Morningrise” y “My Arms, Your Hearse”, se describió a sí mismo como “una fucking groupie con skateboard”. El show, casi sin celulares alzados, fue una entrega visceral de progresivo, doom y estructuras conceptuales como la triada “Paragraph” (“§1”, “§7”, “§3”), junto a joyas como ‘Master’s Apprentices’ y ‘The Leper Affinity’. No importa cuántas veces recorran el camino de Estocolmo a Santiago: la fanaticada chilena de Opeth siempre estará lista para corear, vibrar y rendir tributo a una de las bandas más asombrosas del rock contemporáneo.









Tras años de espera, Savatage pisa suelo latinoamericano con un tour 2025 que tuvo en Chile uno de sus momentos más emocionantes. Con una historia que entrelaza el glam, el hair metal y el AOR, encontró en Chile una fiel fanaticada llena de nostalgia y energía renovada. Si bien partieron algo contenidos ante el nerviosismo de un encuentro tan esperado, cerca del primer cuarto de show despliegan su versatilidad para dejar conformes a quienes los veían por primera vez.
El setlist fue una verdadera línea de tiempo sonora que cruzó varias eras del grupo; clásicos como ‘Hall of the Mountain King’, ‘Edge of Thorns’ y ‘Gutter Ballet’ sacudieron al público con fuerza, mientras que un conmovido Jon Oliva agradeció el calor chileno con una voz que aún guarda el filo teatral que los caracteriza. Momentos íntimos como ‘Believe’ equilibraron el dramatismo con una emotividad sincera, reforzando la conexión emocional entre banda y seguidores. El público chileno, reconocido por su entrega, respondió con ovaciones coreadas que transformaron el show en un acto colectivo de homenaje y redescubrimiento.
Lo vivido en Santiago confirmó que Savatage no es solo una banda de culto, sino una institución musical capaz de trascender generaciones. El grupo supo combinar técnica, teatralidad y corazón en un espectáculo que, aunque comenzó con cautela, terminó con una ovación cerrada y un mar de cuernos alzados. Más que un show, fue una celebración de la resiliencia artística y del vínculo eterno entre una banda legendaria y su incondicional público chileno.
















Judas Priest regresó a Latinoamérica con una gira 2025 cargada de potencia, historia y espectáculo. En Chile, el reencuentro fue más que un concierto: fue un ritual de comunión entre leyendas vivientes del heavy metal y una audiencia que los ha venerado por décadas.
Desde su debut en el país en 2001 hasta el reciente show en el Movistar Arena, la relación entre Rob Halford y el público chileno ha sido de lealtad y fervor. En esta nueva fecha, la banda desató un repertorio demoledor con clásicos como ‘Painkiller’, ‘Breaking the Law’ y ‘Electric Eye’, mientras que Halford, impecable en su despliegue vocal, volvió a demostrar por qué sigue siendo el Metal God. La producción a cargo de The FanLab no escatimó en recursos: luces afiladas como cuchillas, un sonido atronador y montajes cargados de simbolismo, hicieron vibrar a cada alma del recinto.
“¡Hemos estado juntos durante mucho tiempo! Judas Priest comenzó hace más de 50 años con nuestro primer disco “Rocka Rolla”, que es el comienzo del mundo del heavy metal, y aquí estamos, todos estos años después con todos estos álbumes en este viaje del Heavy Metal. Agradecemos a todos y cada uno de ustedes por su amor y su apoyo para Judas Priest en el corredor de la muerte. Te mostraré algunos álbumes: “Rocka Rolla”, “Sad Wings of Destiny”, “Sin After Sin”, “Stained Class”, “Point of Entry”, “Killing Machine”, “British Steel”, “Screaming for Vengeance”, “Defenders of the Faith”, “Turbo”, “Ram it Down”, “Painkiller”, “Angels of Retribution”, “Firepower” y ahora el baby metal ¡¡¡”Invincible Shield!!!” (NDR: exceptuando los de Tim “Ripper” Owens)
La ovación fue unánime, y Halford, visiblemente conmovido, agradeció el cariño de un público que ha convertido cada visita en un capítulo glorioso de la historia del metal en Chile. El legado de Judas Priest en Chile es prueba viva de que el heavy metal no envejece, se transforma en himnos e identidad.



















Mañana estaremos publicando todo del DAY 2!!
Photos by Sebastian “Manson” Jimenez
Review by Juan “Billy” Carrasco Torres
Produced by The FanLab
Press Voorus